El comienzo en liga es un poco pobre y rápidamente se empieza a ver que el objetivo del ascenso no va ha ser posible debido a los malos resultados. Uno de los problemas del equipo es la pegada, que solo consigue 48 goles en toda la liga, y algo menos pero que también se vio en algunos partidos fue la falta de actitud del equipo. Otro problema pudo ser los contínuos cambios de entrenador, hasta cuatro en toda la liga.

Lo de la falta de actitud se notaba muchísimo de unos partidos a otros, por ejemplo, hicimos muy buenos partidos contra los mejores de la liga, como el Atlético Perines (2-2), contra la Gimnástica (3-2),o contra el Meruelo (3-2), pero también tuvimos alguna derrota muy dura, con el Cayón (6-2), con el Nueva Montaña (3-0) o contra el Textil Escudo (4-0). Pero pese a haber estado muy cerca de los puestos que daban acceso a Segunda Juvenil, supimos llevar la situación con tranquilidad y conseguimos salvar la categoría ganando los tres últimos partidos contra el Cayón (4-1), Tropezón (1-2) y Cervantes (2-0).

 

 

 

El equipo jugó un torneo en el periodo vacacional de Semana Santa organizado por el San Román. Se logró ganar el torneo de manera clara, con superioridad sobre los demás equipos participantes, ya que se ganaron todos los partidos menos un empate y no se concedió un solo gol en ningún partido. Se ganó la final al Cervantes por la mínima (1-0).